Repetir algo lo hace cierto... o algo así
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Investigaciones que abarcan varias décadas demuestran que es más probable que una persona piense que la información que se repite es verdadera en oposición con la información que escucha solo una vez. Esto sucede cuando realmente escuchas la información varias veces, y también cuando crees que la información se va a repetir. Se supone que si la gente se esfuerza por repetir una afirmación, esto refleja la verdad de la afirmación.
Simplemente repetir información no la convierte en verdadera, pero esta tendencia, también llamada efecto de verdad, es un sesgo que puede llevarte a sacar zaključakes equivocadas. Un paso importante para contrarrestar la influencia negativa de los sesgos en el pensamiento es ser consciente de ellos.
¿Hasta qué punto la gente es consciente del efecto de verdad? Esta pregunta fue abordada en un artículo en la revista Cognition que se publicará a principios de 2024 por Simone Mattavelli, Jeremy Bena, Olivier Corneille in Christian Unkelbach.
En el estudio crítico de este artículo, los participantes realizaron dos sesiones. En una sesión, leyeron sobre un estudio hipotético en el que las personas fueron expuestas a declaraciones triviales (La Ciudad del Vaticano es el país más pequeño del mundo) y luego se les preguntó si tanto las declaraciones que habían escuchado antes como las nuevas eran ciertas. Se les pidió que predijeran la proporción de cada afirmación que se consideraría verdadera. Hicieron esto como una predicción del desempeño de otras personas y como una predicción de cómo les iría en este estudio.
En otra sesión, unos días después, los participantes realizaron el estudio en forma, leyeron un conjunto de 20 afirmaciones de trivia y luego juzgaron la verdad de 40 afirmaciones, la mitad de las cuales eran las que habían visto antes y la otra mitad eran nuevas.
Este estudio replicó el conocido efecto de la verdad. Era más probable que las personas juzgaran como verdaderas las afirmaciones que habían visto antes que las afirmaciones nuevas. De las predicciones surgieron dos hallazgos interesantes. Primero, los participantes tendieron a subestimar el tamaño del efecto de verdad para todos. Es decir, si bien esperaban alguna diferencia en los juicios entre las declaraciones vistas antes y las nuevas, los participantes pensaron que esta diferencia sería menor de lo que realmente fue. En segundo lugar, los participantes se equivocaron más al predecir su propio desempeño que al predecir el desempeño de otra persona. Es decir, las personas subestimaron significativamente el efecto de verdad para sí mismas en comparación con el de otras personas.
Lo importante que podemos extraer de este estudio es que todos necesitamos estar educados: estar expuestos a cierta información puede tener un impacto significativo en nuestra sensación de que la información es verdadera y que escuchar esta información repetidamente puede aumentar esta sensación. También debemos ser conscientes de nuestra susceptibilidad a este sesgo.
Este trabajo es particularmente importante a la luz de la cantidad de información errónea presente en las redes sociales. Mucha gente se dedica a influir en la opinión pública sobre cuestiones políticas y económicas. Inundar las redes sociales con información errónea hará que la gente crea que esta información es cierta simplemente porque se dice. Reconocer que todos somos susceptibles a esta influencia de la información repetida debería llevarnos a desconfiar de nuestra intuición sobre lo que es verdad y a buscar información importante antes de utilizarla para tomar odločitve y juicios importantes.